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Miguel Barca Mir 30/03/1994 BIOSFERA. Al hilo de Acabo de escribir “voluntad colectiva” y me disculpo por la abstracción, tan lejos de mis pretensiones en este tema, sobre el que creo llegado el momento de la concreción. Entre otros peligros, el primer riesgo de fracaso reside en que la compleja trama de pesos y contrapesos que mantienen el equilibrio inestable entre las Administraciones Publicas implicadas, -Ayuntamientos, Consell, Govern y Madrid, sin citar las ramificaciones Europeas,- puede, con extrema sencillez, dejar nuestra flamante nominación en A quien interese evitarlo y aprovechar la oportunidad que se nos brinda, que se ponga en camino, de lo contrario habremos desperdiciado otra coyuntura favorable para actuar positivamente sobre nuestro futuro… y quiero aclarar que, “actuar positivamente”, no prejuzga la naturaleza de los resultados positivos que, por otra parte, podrían parecer negativos a nuestro vecino, sino simplemente actuar en lugar de reaccionar, tomar la iniciativa en lugar de relatar los acontecimientos, formar parte de la historia en lugar de observarla. En esa dirección, creo llegado el momento de acabar con las proclamas autocomplacientes y con el tópico de la ancestral e innata protección que, supuestamente, hemos desarrollado los menorquines frente al turismo y que al parecer hace innecesaria la adopción de otras medidas. Resulta tan antipático como necesario reconocer que nuestra situación frente al turismo, - principal fuente de nuestros desvelos exógenos,- no es, salvo honrosas excepciones, producto de acciones positivas de voluntad, planificación y control sino resultado coyuntural de sucesivas oleadas frente a las que hemos venido acomodándonos, con mejor o peor fortuna, como la arena de nuestras playas frente al temporal. Para los que crean que exagero, que revisen el Planeamiento Urbanístico vigente en 1973, cuando la grave y quizás providencial crisis del petróleo freno nuestra entusiasta carrera turística en pos de nuestra “ Hermana Mayor” , que recuerden nuestra glotonería en el festín económico 86-89 y , por ultimo, que evalúen el potencial desarrollo actualmente en vigor. No se trata por tanto de dibujar un panorama apocalíptico sino de acercarnos a la realidad, para tratar de comprenderla y dominarla, - empeño científico en el que he sido formado-. En esta línea, creo que la coyuntura vuelve a ser favorable, que la necesidad aúna voluntades, que la sociedad “civil” esta ahora mejor estructurada e informada, que el marco de una Reserva de Biosfera puede significar una excepcional referencia para rentabilizar actuaciones en todos los campos de nuestro desarrollo y que debemos ilusionarnos y reclamar el control de las herramientas institucionales que hagan posible la participación social organizada en el diseño su propio futuro. Para caminar en esta línea sugiero como imprescindibles algunas actuaciones, - varias de ellas tozudamente retardadas por los responsables de cada área, con el fútil argumento de que serán desarrolladas “ a su debido tiempo y a imagen y semejanza de sus homologas Mallorquinas”, - esto es: Concebir Menorca como unidad territorial indisociable; Promover una intensa campaña que reflote, valore y divulgue lo esencial de nuestro patrimonio cultural -, decantando el grano de la paja, - pues sabemos que solo se ama lo que se conoce y se conserva y atesora lo que se ama: Diseñar con urgencia una norma para el suelo no Urbanizable que, desde la coherencia territorial, lo proteja de la tensión y picaresca urbanizadora a la que se ve sometido por las dispares sensibilidades municipales; Exigir desde la Ciudadanía a nuestros Alcaldes – que son ocho – que, con generosidad , superen localismos, no sean cicateros con el poder que les confiamos y concluyan imprescindibles acuerdos de ámbito insular…. ! Que el último sobre tratamiento de residuos ha costado 15 años! ; Reconvertir el actual modelo de Urbanismo estático, de “mancha”, inevitablemente especulativo, en un modelo de gestión, versátil y no esclerotizado al que se incorporen criterios de oportunidad y conveniencia; Elaborar un plan director de En definitiva, propongo una amplia divulgación del contenido del Tomo V del Proyecto para la Reserva de la Biosfera de Menorca, en el que se expresan estos y otros objetivos, tan largamente alentados por muchos de nosotros que no deseamos otra cosa que caminar decididamente en esa dirección. Fdo.
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